Abodu, con sede en Redwood City, California, construye casas prefabricadas, esta compañía se fundó en 2018 para construir una ADU, o como algunos la describen, una casa en un patio trasero.
Sus modelos de casas van desde los 30 hasta los 60 metros cuadrados. A diferencia de otras empresas similares, “la startup” de California no se enfocó en innovar en cuanto al proceso de construcción, sino en darle prioridad al diseño, así como a la capacidad de gestionar los permisos que necesitarán los clientes para instalarlas en el menor tiempo posible.
Abodu, ha recaudado $ 20 millones de dolares en una ronda de financiación de la Serie A dirigida por Norwest Venture Partners. El patrocinador anterior Initialized Capital también participó en el financiamiento, junto con el CEO de Redfin, Glenn Kelman, el ex alcalde de Stockton, California Michael Tubbs, el inversionista de GGV Hans Tung y Kyle Tibbitts de Paradox Capital.
La compañía pretende ofrecer un proceso más barato y rápido que si se construyera una ADU de principio a fin. Específicamente, “la startup” afirma que una de sus casas en el patio trasero se puede instalar en solo el 10% del tiempo que tomaría construir una ADU tradicional.
Abodu opera con un modelo de activos ligeros y no posee ninguna fábrica. En cambio, ha construido una red de “socios” de fábrica en todo el oeste de los Estados Unidos que construye sus unidades dependiendo de cómo se vean sus capacidades en un momento dado.
Naturalmente, los inversores de la empresa son optimistas sobre el modelo de negocio de la empresa.
¡Una Oportunidad de Negocio!
Por un lado, la construcción sigue siendo un área a la que le urge innovación, particularmente en LATAM (Latinoamerica), por lo que considera que las propuestas de edificaciones prefabricadas podrían ser sumamente interesantes. Ahorran tiempo y evitan desperdicios, además de que pudieran ser manufacturadas de forma eficiente. Un dato en particular, es prestarle atención al énfasis que hace la empresa en cuanto a los permisos. Esto es algo indispensable para los clientes, pero no es tan común que los emprendedores identifiquen que gran parte del valor que podrían estar generando está más bien fuera de su propia empresa. Podría terminar siendo un diferenciador valiosísimo.
