El libre comercio se implemento por primera vez como política gubernamental en Gran Bretaña en 1846 ante una crisis en las cosechas de granos que amenazaban con una hambruna.
Durante los siguientes 80 años, el país británico en su papel de potencia mundial, presionó a sus socios comerciales para que liberalizaran el comercio, pero éstos no devolvieron la norma unilateral de libre comercio.
Ya en la década de 1930, el intento de este país por estimular el libre comercio quedó en ruinas ante la Gran Depresión, que se debió a la incapacidad de la economía mundial para alcanzar una recuperación sostenida, lo que terminó en la Primera Guerra Mundial, en 1918.
Para 1930, las cosas se complicaron cuando en Estados Unidos el gobierno aprobó los aranceles de la Ley Smoot-Hawley destinada a proteger las industrias nacionales y a debilitar la demanda de los productos extranjeros para impedir el aumento del desempleo.
Esta ley levantó un muro impresionante de barreras arancelarias, ya que cada industria fue favorecida con un arancel “a la medida”.
El libre comercio tuvo sus inicios en el siglo XVIII con la obra de Adam Smith y David Ricardo.
- La importancia de los negocios internacionales
El proceso expansivo de la globalización, obligo a los empresarios a formarse en su capacidad comercial y negociadora con el mundo exterior.
Las empresas no sólo se limitan a llevar a cabo operaciones privadas y gubernamentales a nivel local, sino también las empresas suelen contactarse con empresa ubicadas en otros países para emprender diversos tipos de negocios.